Quise escribir de nuevo
y las letras quedaron todas rotas
como niño que no sabe
que las flores no se tocan.
Estuve prendado de un recuerdo
pero asirlo me ha gastado las entrañas
el dolor de tus ojos en los míos
el sabor de ti como en un muerto
no sé cómo puedo continuar, si ser
o simplemente pensar en intentar
si en las madrugadas te debo recordar
o en mi sangre te llevo al despertar.
Cursi me digo a los cincuenta
pero también experto en lagrimar
cada que cae una tormenta
cada que lamento no rimar.
Estoy aquí, en la incoherencia
de las letras desgastadas de la edad
en esta cómoda silla de tristeza
y en mis sueños queriendo retornar.
Blas Torillo.