sábado, agosto 18, 2007

Prisionero.


La estupenda foto Prisionero
es de costantino_bbs.


Prisionero del tiempo y del anhelo
Prisionero del canto y del deseo
Prisionero del viento y del alero
Prisionero del cielo y del tormento

Prisionero del arma y de la herida
Prisionero del juego y de la tinta
Prisionero del ansia y de la esquilma
Prisionero del verbo y de la vida.

Prisionero del campo y lo concreto
Prisionero del cuento y de la historia
Prisionero del agua y de la brisa
Prisionero del sol y de tu gloria.

Prisionero del cambio y los amigos
Prisionero del brezo y la simiente
Prisionero del cariño y la heredad
Prisionero del camino y mi pendiente.

Prisionero del amor y de la sangre
Prisionero del corazón y su sonrisa
Prisionero del recuerdo y su futuro
Prisionero del crepúsculo y su frente.

Prisionero del paso y del intento
Prisionero del alma y de tus besos
Prisionero del cuerpo y del te quiero
Prisionero de ti y el universo.

Blas Torillo.

domingo, agosto 12, 2007

Nosotros.


La foto de Nosotros
Nos la tomó un amigo, pero es mía.
En cada uno de mis blogs hay un comentario
distinto sobre el accidente, al final de la entrada


Ayer sábado 11 de agosto a las 13:30 horas, un estúpido irresponsable atropelló con su auto a Oli, mi esposa. Ella está toda golpeada y con muchos raspones, le duelen muchas partes del cuerpo, pero en lo que cabe, está bien, aunque deberán hacerle más estudios todavía.

A mí, este joven criminal de 23 años, me produjo algunos golpes y raspones menores, pero la peor librada fue una joven de unos 14 años, aproximadamente la edad de mi hija, a quien proyectó a unos 15 metros de distancia y que en un principio pensamos que iba a morir. No fue así, pero sigue grave.

El sujeto iba “conduciendo” su auto compacto a 120 kilómetros por hora, en una avenida urbana, en tercer grado de alcoholismo (de tres grados en total), y cuando salimos del ministerio público, a las 20:30, todavía seguía bajo los efectos de su tremenda borrachera.

Su madre me pidió perdón muchas veces durante toda la tarde y hubo alguien que me dijo que el sujeto era un hijo de la chingada. No. El irresponsable en el accidente, al conducir en ese estado, es sin embargo responsable completo y absoluto de la concreción del accidente. No. Su madre no tuvo nada que ver.

Si al final de cuentas el sujeto sale libre, bajo fianza o como inocente, comprobaré una vez más que las leyes no se cumplen más que para unos cuantos. Si al final queda en la cárcel el tiempo que determine un juez, tampoco quedaré conforme.

Ayer en la noche, entre que no podía dormir y las necesidades que fue teniendo Oli, pensé mucho en si debería escribir esto o no.

Lo hago, porque de nada sirve que yo siga diciendo para mí que el alcohol mata (no sólo a quien lo bebe, sino a quienes pueden cruzarse en su camino), sino para decirlo a todos.

Ayer, nuevamente, como les cuento en la penúltima entrada de Record-ando, tuve que pensar en todas las cosas que se piensan cuando la muerte nos hace saber que está ahí, esperando nomás.

Ayer, decidí que no pararé de decir a los cuatro vientos dos cosas: Amo a mis Olis y El alcohol mata.

Las amo tanto que no me cabe en el corazón ni en el espíritu la posibilidad de saber vivir si cualquiera de las dos se va.
Las amo tanto que deberé saber ser mejor padre y mejor esposo cada vez, para no tener que arrepentirme de no haber pensado, dicho, hecho todo lo que este amor me dicta.
Las amo tanto que ayer tuve que reaprenderlo.

Blas Torillo.

martes, agosto 07, 2007

Siempre


La foto de Oli y Oli
es mía.


Junto al mar
viéndote crecer
y con el viento al lado
respirando ser mujer

El día vuelto de espaldas
tus sonrisas en la noche
y la brisa con su ritmo eterno
se trepa a las hojas de tu libro.

El regazo de tu origen
te recuesta, te sostiene y te protege
mientras sueñas, mientras miras
mientras duermes, mientras vives.

Ve creciendo, anhelando amores
cosechando amigos, olvidando olvidos
Ve avanzando mientras yo te cuido
Ve aprendiendo lo de siempre:
que siempre estaré contigo.

Blas Torillo.