sábado, diciembre 22, 2007
Navidad...
¿No es este acaso el mejor poema que se ha escrito?
Se escribió con dolor y alegría,
con locura y perdón
con cuidado y ternura
con el mundo entero en el propósito
con tu corazón en el plan
Este poema que se llama Navidad
fue escrito con todo el amor.
Blas Torillo.
PS. ¡Feliz Navidad!
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Reflexiones
sábado, noviembre 17, 2007
Aquí
Estás en las volutas de mi mente.
En las hojas de mis libros
En las luces del crepúsculo
Y conmigo pensando qué escribir.
Estás en la banqueta hablándome
En la calle donde pasa el autobús
En la tienda donde vamos
Y sabiendo que escribo para ti.
Estás aquí desde hace tiempo
En las arrugas de mis ojos
En las caricias de mis dedos
Y en mi alma desvariada.
Estás en la lluvia que aún no cae
En las tardes que no llegan
En las flores que no fueron
Y en los sueños por venir.
Estás dando vuelta a los recuerdos
En los proyectos que construyo
En las cosas que no puedo
Y en lo que diga el destino.
Estás como paloma que no escapa
A los pasos de una niña
Caminando lado a lado
En lugares que no existen
Estás porque no te has ido
En un jardín enamorado
En la silla en que te veo
Y en la sangre que me vive.
Estás aquí cuando no sé que decir
En el tiempo de nosotros
En la vida que nos queda
Y en el ansia de seguir.
Estás aquí y en un beso
En mi más mínima idea
En mi logro más profundo
Y en el corazón que te sabe junto a mí.
Blas Torillo.
domingo, noviembre 04, 2007
Tabasco inundado. Deseos
Página para buscar gente en los albergues de Tabasco y Veracruz, por nombre y municipio.
Trópico, ¿para qué me diste
las manos llenas de color?
Todo lo que yo toque
se llenará de sol.
En las tardes sutiles de otras tierras
pasaré con mis ruidos de vidrio tornasol.
Déjame un solo instante
dejar de ser grito y color.
Déjame un solo instante
cambiar el clima del corazón,
beber la penumbra de una casa desierta,
inclinarme en silencio sobre un remoto balcón,
abandonarme en el manto de pliegues finos,
dispersarme en la orilla de una suave devoción,
acariciar dulcemente las cabelleras lacias
y escribir con un lápiz muy fino mi meditación.
¡Oh, dejar de ser un solo instante
el Ayudante de Campo del sol!
¿Trópico, para qué me diste
las manos llenas de color?
Carlos Pellicer
1899-1977
Poeta tabasqueño.
Trópico, ¿para qué me diste
las manos llenas de color?
Todo lo que yo toque
se llenará de sol.
En las tardes sutiles de otras tierras
pasaré con mis ruidos de vidrio tornasol.
Déjame un solo instante
dejar de ser grito y color.
Déjame un solo instante
cambiar el clima del corazón,
beber la penumbra de una casa desierta,
inclinarme en silencio sobre un remoto balcón,
abandonarme en el manto de pliegues finos,
dispersarme en la orilla de una suave devoción,
acariciar dulcemente las cabelleras lacias
y escribir con un lápiz muy fino mi meditación.
¡Oh, dejar de ser un solo instante
el Ayudante de Campo del sol!
¿Trópico, para qué me diste
las manos llenas de color?
Carlos Pellicer
1899-1977
Poeta tabasqueño.
jueves, octubre 25, 2007
Nostalgia
Es acaso que el pasado no ha pasado?
Es acaso que la gente por la que pensamos dar la vida sigue ahí, esperando?
Es acaso que siempre tendremos que regresar y ver y sentir, aunque duela?
Es acaso que la vida es tramposa y nos pone pruebas inesperadas?
O es simplemente que me gusta recordar lo bueno que he sentido?
Blas Torillo.
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Reflexiones
jueves, octubre 18, 2007
Nanas de la cebolla
(Dedicadas a su hijo, a raíz de recibir una carta de su mujer,
en la que le decía que no comía más que pan y cebolla).
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que mi alma al oírte
bata el espacio.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
Ser de vuelo tan lato,
tan extendido,
que tu carne es el cielo
recién nacido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa ni
lo que ocurre.
Miguel Hernández.
(1910-1942)
lunes, octubre 01, 2007
Para el tiempo, el tiempo es tiempo
Según los relojes, el tiempo pulsa.
Según los impacientes, el tiempo vuela.
Para los ancianos, el tiempo es espera.
Para los ricos, oro.
Para los pobres, hambre.
Según las aves, el tiempo es canto
Para los gatos, sueño.
Para la gente, el tiempo es largo.
Para los niños, juego.
Para la máquina años.
Para la música, se divide en cuatro.
Para el poeta es poesía.
Según los libros, el tiempo es medida.
Para un cigarrillo, humo.
Según la pluma, espacio.
Para el papel, el tiempo es tinta.
Para la estrella, luz.
Para el sol, calor.
Para el amigo, unidad.
Para la soledad, esperanza.
Para el sueño, el tiempo es noche.
Para las guerras, muerte.
Para la cama, amantes.
Para el sexo, sudor.
Para el cariño, el tiempo es mujer.
Para la ciudad, ruido.
Para la maldad, mentira.
Para el artista, aplausos.
Para el danzante, movimiento.
Para la nube, lluvia.
Para el papalote, cielo.
Para el caminar, sandalias.
Para el descanso, un libro.
Para un libro, páginas.
Para el odio, es venganza.
Para el rencor, dolor.
Para las olas, mar.
Para la arena, olas.
Para el sonido, viento
Para la guitarra, cuerdas.
Para el desamor, tristeza.
Según la esperanza, el tiempo eres tú.
Para mí, el tiempo soy yo.
Para el amor... no existe.
Blas Torillo.
martes, septiembre 18, 2007
500 entr A das.
Escribir siempre me ha sido una necesidad. Aunque no siempre estoy de vena, las musas se van de vacaciones como dice Serrat, es para mí un remanso en el que puedo estar y ver el mundo de otro modo, no siempre mejor, pero siempre más mío.
Este blog ha sido de lo más exitoso en cuanto a la cantidad de sus visitas, pero como todos los demás, toda la experiencia bloguera es exitosa por la calidad de sus visitantes.
Sigan viniendo. Lo único que hago aquí es compartir un poquito de lo que siento.
Ahora vayan a todas las habitaciones de la casa. Hay de todo para comer y beber.
Blas Torillo.
Poem-ando = 66 entradas.
viernes, septiembre 07, 2007
Llorar
A veces, como ahora, lloro.
Ya no sé por qué, o quizá nunca lo supe. Nunca sabré.
Lloro porque la música o porque los recuerdos.
Porque la vida o la muerte o la noche o por la aurora.
Porque una imagen o una voz.
Y luego las lágrimas saben a lo que sabe el mar.
Y lloro por el mar.
Por todas esas cosas que viví
Y por todas las demás que no recuerdo.
Lloro porque es humano llorar
Pero también lloro porque quiero.
A veces me gusta sentirme así.
A veces solamente.
Como ahora, a veces te me revuelves en las entrañas
O en la mente, los lugares, las canciones.
Y lloro como ahora.
No sé porque, pero sí sé.
La vida llora y es como yo o es que yo soy la vida.
Y llorar es como llover pero salado.
Lloro por un tiempo que pasó
Por un camino que anduve
Por una mañana contigo o sin ti.
Por que un sabor de pronto se me viene encima
Aunque esté muriendo de hambre
Por eso lloro y llora el hambre.
Es la historia y es mi historia.
Escuchar que soy somos pobres
Que la injusticia se ha instalado al lado
Y lloro.
A veces es mi patria la que llora y a veces mi alma.
A veces es la música o el llanto llora
Es que el llanto es mujer o memoria
Es caminar a su lado y saber que ya no está
Saber que no lo sabe y que no estoy ya allá.
Es que amigo es el llanto
Aquel que no se ha ido pero está y lejos está.
Es que el llanto es hermano sin genética.
Es esta música que está aquí adentro
Y en la nota que escuchas y en lo que sueñas
Cuando sueñas.
A veces lloro, como ahora, porque la edad se me ha caído encima
Porque empiezan poco a poco las derrotas
Y las victorias ya no son lo que antes eran y lloro.
Es una guitarra o un piano, un soneto o un verso
Una mirada o un lamento
Una vida que se busca y un encuentro.
Lloro porque ya ni sé.
Lloro porque para eso también es la mirada
Y los ojos que ven, también se nublan.
Es mi tierra y mi agua
Mi nación y mis lágrimas
Mi impotencia y mi intención.
Mi observancia y mi fragilidad.
Lloro porque estoy oyendo tu voz en mi recuerdo
Porque sé que no sabrás
Porque estuviste y estás
Porque, cada que vienes, te vas.
Lloro como ahora, de vez en vez
Como llueve en el campo
Como brisa en el brezo
Como camino el camino
Como canción que se vuelve y como niño en silencio.
Ya no lloro como antes
Antes eran lágrimas grandes y sollozos grandes
Ahora es en silencio, como queriendo que el mundo no despierte
Como queriendo no llorar. A veces lloro.
Y así, a veces, también me duermo.
Blas Torillo.
sábado, septiembre 01, 2007
Azul.
Si quisiera ver más allá del gris del mundo y esto no fuera posible, siempre me quedaría el recurso de ver el cielo.
Blas Torillo.
sábado, agosto 18, 2007
Prisionero.
Prisionero del tiempo y del anhelo
Prisionero del canto y del deseo
Prisionero del viento y del alero
Prisionero del cielo y del tormento
Prisionero del arma y de la herida
Prisionero del juego y de la tinta
Prisionero del ansia y de la esquilma
Prisionero del verbo y de la vida.
Prisionero del campo y lo concreto
Prisionero del cuento y de la historia
Prisionero del agua y de la brisa
Prisionero del sol y de tu gloria.
Prisionero del cambio y los amigos
Prisionero del brezo y la simiente
Prisionero del cariño y la heredad
Prisionero del camino y mi pendiente.
Prisionero del amor y de la sangre
Prisionero del corazón y su sonrisa
Prisionero del recuerdo y su futuro
Prisionero del crepúsculo y su frente.
Prisionero del paso y del intento
Prisionero del alma y de tus besos
Prisionero del cuerpo y del te quiero
Prisionero de ti y el universo.
Blas Torillo.
domingo, agosto 12, 2007
Nosotros.
La foto de Nosotros
Nos la tomó un amigo, pero es mía.
En cada uno de mis blogs hay un comentario
distinto sobre el accidente, al final de la entrada
Ayer sábado 11 de agosto a las 13:30 horas, un estúpido irresponsable atropelló con su auto a Oli, mi esposa. Ella está toda golpeada y con muchos raspones, le duelen muchas partes del cuerpo, pero en lo que cabe, está bien, aunque deberán hacerle más estudios todavía.
A mí, este joven criminal de 23 años, me produjo algunos golpes y raspones menores, pero la peor librada fue una joven de unos 14 años, aproximadamente la edad de mi hija, a quien proyectó a unos 15 metros de distancia y que en un principio pensamos que iba a morir. No fue así, pero sigue grave.
El sujeto iba “conduciendo” su auto compacto a 120 kilómetros por hora, en una avenida urbana, en tercer grado de alcoholismo (de tres grados en total), y cuando salimos del ministerio público, a las 20:30, todavía seguía bajo los efectos de su tremenda borrachera.
Su madre me pidió perdón muchas veces durante toda la tarde y hubo alguien que me dijo que el sujeto era un hijo de la chingada. No. El irresponsable en el accidente, al conducir en ese estado, es sin embargo responsable completo y absoluto de la concreción del accidente. No. Su madre no tuvo nada que ver.
Si al final de cuentas el sujeto sale libre, bajo fianza o como inocente, comprobaré una vez más que las leyes no se cumplen más que para unos cuantos. Si al final queda en la cárcel el tiempo que determine un juez, tampoco quedaré conforme.
Ayer en la noche, entre que no podía dormir y las necesidades que fue teniendo Oli, pensé mucho en si debería escribir esto o no.
Lo hago, porque de nada sirve que yo siga diciendo para mí que el alcohol mata (no sólo a quien lo bebe, sino a quienes pueden cruzarse en su camino), sino para decirlo a todos.
Ayer, nuevamente, como les cuento en la penúltima entrada de Record-ando, tuve que pensar en todas las cosas que se piensan cuando la muerte nos hace saber que está ahí, esperando nomás.
Ayer, decidí que no pararé de decir a los cuatro vientos dos cosas: Amo a mis Olis y El alcohol mata.
Las amo tanto que no me cabe en el corazón ni en el espíritu la posibilidad de saber vivir si cualquiera de las dos se va.
Las amo tanto que deberé saber ser mejor padre y mejor esposo cada vez, para no tener que arrepentirme de no haber pensado, dicho, hecho todo lo que este amor me dicta.
Las amo tanto que ayer tuve que reaprenderlo.
Blas Torillo.
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Reflexiones
martes, agosto 07, 2007
Siempre
Junto al mar
viéndote crecer
y con el viento al lado
respirando ser mujer
El día vuelto de espaldas
tus sonrisas en la noche
y la brisa con su ritmo eterno
se trepa a las hojas de tu libro.
El regazo de tu origen
te recuesta, te sostiene y te protege
mientras sueñas, mientras miras
mientras duermes, mientras vives.
Ve creciendo, anhelando amores
cosechando amigos, olvidando olvidos
Ve avanzando mientras yo te cuido
Ve aprendiendo lo de siempre:
que siempre estaré contigo.
Blas Torillo.
viernes, julio 20, 2007
Niña
Nombras el árbol, niña.
Y el árbol crece, lento y pleno,
anegando los aires,
verde deslumbramiento,
hasta volvernos verde la mirada.
Nombras el cielo, niña.
Y el cielo azul, la nube blanca,
la luz de la mañana,
se meten en el pecho
hasta volverlo cielo y transparencia.
Nombras el agua, niña.
Y el agua brota, no sé dónde,
baña la tierra negra,
reverdece la flor, brilla en las hojas
y en húmedos vapores nos convierte.
No dices nada, niña.
Y nace del silencio
la vida en una ola
de música amarilla;
su dorada marea
nos alza a plenitudes,
nos vuelve a ser nosotros, extraviados.
¡Niña que me levanta y resucita!
¡Ola sin fin, sin límites, eterna!
Octavio Paz (1914-1998)
Poeta mexicano.
jueves, julio 12, 2007
¿Hasta dónde?
¿Hasta dónde es posible comprenderme?
Solemnidad de muerte, que no puedo contestarme.
Simplemente, no me entiendo.
La fragata se esconde entre la bruma.
Quiere salir y cada vez se interna más.
Soy dedos que de palabras escurren.
Espada de guerra en la paz.
Incoherencia en la lógica que marca, en horas, el reloj.
Secuencia de atrocidades para muchos corazones.
Golpes de ola repetida.
Cadáver de hierba en la arena.
Libertad monótona de misma sombra.
Siempre.
Destino sin arribo.
Desvergüenza de vaguedad: poema.
Espacio a llenar. Lágrima seca.
Viento del sur; de colibrí, aleteo.
Viaje de tinta vuelto a recorrer.
Soy el que no soy...
Ya soy el que no soy.
Somos yo y conmigo y para mí.
Somos nada soy y sin embargo somos.
¿Seremos tú y yo seremos nuestros nosotros dos?
¿Hasta dónde será posible comprendernos comprenderme comprenderte?
¿Hasta dónde cuándo alguna vez nosotros...?
¿Hasta dónde nosotros sin la soledad?
Blas Torillo.
miércoles, junio 27, 2007
Explicar lo que pienso
Me he dado cuenta que los pensamientos son solamente un pretexto para estar conmigo, contigo...
Hace días que te necesito, hace años, hace décadas y ahora estoy conmigo, viéndote en mí.
Los pensamientos no son más que viento de ayeres y futuros, porque ahora estoy conmigo.
Los pensamientos son primavera de tormenta y otoño de tarde seca y libro de cansancio y sueño
Siento que los pensamientos son penas añejas y dulces y terrenas y siento lo que pienso y quiero que la vida no sea más que pensamientos tuyos en mí y siento que quiero quedarme aquí, donde yo quiera.
Los pensamientos son palabras escondidas en el alma y en la historia y donde la vida se hace toda una leyenda de tristeza.
Los pensamientos son caracoles de mar y floresta estéril y camino hacia tus ojos.
Los pensamientos son tu boca y tu cuerpo y tu callada sapiencia.
Blas Torillo
viernes, junio 15, 2007
Elegía
A veces me dan ganas de llorar,
pero las suple el mar.
José Gorostiza.
Poeta Mexicano (1901-1973).
lunes, junio 04, 2007
Could it be magic?
Spirit move me
every time I'm near you
Whirling like a cyclone in my mind
Sweet Olivia,
angel of my life time,
Answer to all answers I can find
Baby I love you come, come,
come into my arms
Let me know the wonder of all of you
Baby I want you,
now, now, now and hold on fast
Could this be the magic at last
Lady take me
high up on a hillside
High up where the stallion meets the sun
I could love you,
build my world around you,
Never leave you till my life is done
Baby I love you come, come,
come into my arms
Let me know the wonder of all of you
Baby I want you,
now, now, now and hold on fast
Could this be the magic at last.
Adrienne Anderson.
PS. Esta es la letra de una canción que hizo famosa Barry Manilow. Cuando andaba de novio con Oli, me gustaba mucho oírla. Y ahora... pues también.
Me di una pequeña licencia, porque la original dice Sweet Melissa, pero yo le puse Sweet Olivia... je.
viernes, junio 01, 2007
¿Qué estarás haciendo ahora?
¿Qué estarás haciendo ahora, una tarde de domingo, mientras yo pretendo no recordar, no pensar, no poder respirar?
Te amé, pero tal vez no te amé. Es como una duda permanente que me llueve como tormenta o como llovizna de una tarde de primavera. Que se va por temporadas y regresa a sus citas sin agenda.
¿Qué estarás haciendo hoy, una tarde con la luna en esperanza y el cielo arropado por nubes que no se atreven a venir?
Estabas aquí y el viento era tibio, las noches refugio y el ambiente nos envolvía en su larga capa de fantasías y realidades. Era todo caminar, mirar hacia lo lejos, sentir tu mano y musicar.
¿Qué estarás haciendo allá, donde los ojos se vuelven recuerdo y el olor dulzón de la tierra mojada me inunda el alma con tu presencia?
Fuimos lo que fuimos, pero quizá éramos nada. Nada por lo que valiera la pena continuar, porque si así hubiera sido, estaría junto a ti y te abrazaría con la ternura de una melodía o la sonrisa de un niño.
¿Qué estarás haciendo a tu manera, la de siempre, la que supe conocer y que me dio a entender que el futuro existe y la nada, pero no el olvido?
Pensamos. Pensé que la vida era más simple y menos larga. Pensé que tus labios manaban vida y entonces podía besarla y ser correspondido.
¿Qué estarías haciendo si me vieras de pronto en una calle de cualquier ciudad caminando hacia ti y preguntando dónde has estado en todos estos años en que he vivido un sueño?
¿Qué estaría por hacer, si te viera nuevamente cruzar el parque aquel y me sonrieras?
¿Estaría yo por dar la vuelta y despertar?
Blas Torillo.
PS. Esto lo escribí hace mucho, mucho tiempo.
sábado, mayo 19, 2007
Revelación
Alguien
revelaba:
"Las tardes
En que
Me siento
Incapaz
De ser
Inteligente
Finjo
Que me
Aburro."
Efraín Huerta (1914-1982).
Estampida de poemínimos.
viernes, mayo 04, 2007
Seguirás siendo una princesa
"Whats'ever 'appens to you -whats'ever- you'd be a princess all the same- an' nothin' couldn't make you nothin' different."
Cualquier cosa que te pase, cualquiera, seguirás siendo una princesa de todos modos, y nada podría hacer que fueras alguien distinta.
Tomado de The Little Princess, de Frances Hodgson Burnett.
viernes, abril 27, 2007
Estás dormida
(Es que es la una de la mañana y yo estoy aquí, escribiéndote).
Estás dormida y el sueño es casi como un amante.
Estás dormida y el trabajo descansa y la vida descansa.
La música no es lo que yo quisiera y la música es...
Déjame estar aquí, contigo, en las palabras, en los pensamientos.
Estás dormida junto a los recuerdos y dicen que los recuerdos son...
Estás dormida y el viento es silencioso y suave y caliente.
El frío no es frío y la noche es noche
De espaldas al descanso, siento que sueñas y sueñas otra vez.
Estás dormida y los ojos te alcanzan y te besan
Estás dormida y los besos son caricias y los besos son...
Estás dormida y te siento tan cerca y tan adentro y tan lejana,
hasta allá , donde estás.
Estás dormida y quiero abrazarte y amarte y protegerte y descansarte
y dicen que el descanso es...
Estás dormida y, aún así, eres mi felicidad.
Estás dormida y no creo saber para qué me sirve el saber
si no estás conmigo.
Estás conmigo y aunque estés dormida, eres todo lo que quiero amar.
Estás conmigo y lo demás es lo que está dormido.
Blas Torillo.
jueves, abril 12, 2007
Elegía
(En Orihuela, su pueblo y el mío, se
me ha muerto como del rayo Ramón Sijé,
a quien tanto quería).
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
Miguel Hernández (1910-1942)
sábado, marzo 24, 2007
19 años.
Ya somos 19 años juntos.
Somos una vida en las olas que vienen y van
en la tierra que pisamos aún
en los pensamientos y en el cariño juntos.
Un viento que se arremolia en nuestras almas
cada que nos hacemos falta y cada que no estamos.
Un viento calmo que corre entre nuestros latidos
y nos allega el calor necesario para vivir.
Un hogar vivo y llameante
y una tarde juntos hablando de la nada y de la vida.
Un caminar uno al lado del otro
y un reposo sincero con un beso en los ojos.
Un arrullo sereno que cuida a nuestra hija
y lágrimas negras y blancas
que han marcado nuestros rostros
y nuestros recuerdos.
Somos rama y raíz, árbol grande
que crece aún y da sombra
y baila con el ritmo de la vida
a nuestros pies.
¿Qué hemos hecho bien para seguir juntos 19 años después?
Nadie se ha ido y aprendemos juntos a ser más uno.
Será difícil todavía, pero hemos caminado más que muchos.
Vamos pues, esposa mía, vamos adelante
porque sigo amándote desde entonces
y más.
Blas Torillo.
martes, marzo 13, 2007
Estás aquí
Es de noche.
Hace frío y me muero de sueño.
No importa.
Te recuerdo
como si hubiera sido ayer
o la semana pasada apenas.
Hay canciones que logran este milagro.
Hay canciones que no escribí
Que parece que salieron desde dentro de mí
De ti.
No importa.
Te recuerdo en cada mirada
Cada respiración
Cada palabra que sale de alrededor.
Hay lugares que me llevan contigo
Hay gente, olores, recuerdos
Hay pensamientos que parecen
Recién creados por nosotros.
No importa.
Te recuerdo y la vida sigue.
No importa.
No estás en el pasado.
Estás aquí.
Aunque no lo sepas siquiera.
Y aunque no lo quieras.
Blas Torillo.
jueves, marzo 08, 2007
Las mujeres de 40
A medida que avanzo en edad, valoro más a las mujeres que tienen más de cuarenta; de hecho las valoro más que a cualquiera. He aquí algunas de las razones del porqué:
Una mujer de más de 40 nunca te va a despertar en la mitad de la noche y preguntarte: "¿Qué estás pensando?“, porque simplemente no le interesa lo que estás pensando.
Si una mujer de más de 40 no quiere mirar un partido de fútbol, no da vueltas alrededor tuyo. Simplemente se pone a hacer algo que ella quiere hacer, y generalmente es algo mucho más interesante.
Una mujer de más de 40 se conoce lo suficiente como para estar segura de sí misma, de lo que quiere y de quien la quiere. Son muy pocas las mujeres de más de 40 a las que les importa lo que pienses de lo que ella hace.
Una mujer de más de 40 ya tiene cubierta su cuota de "relaciones importantes” y sus "compromisos". Lo último que quiere en su vida es otro amante posesivo.
Las mujeres de más 40, están dignificadas. Es muy raro que entren en una competencia de gritos en el medio de la ópera o en el medio de un restaurante caro.
Por supuesto que si piensan que te lo mereces no van a dudar en dispararte un tiro.
Las mujeres de más de 40 son generalmente generosas en alabanzas. Ellas saben lo que es no ser apreciadas lo suficiente.
Las mujeres de más de 40 tienen suficiente seguridad en sí mismas como para presentarte a sus amigas. Al contrario que la mayoría de las mujeres más jóvenes, que pueden llegar a ignorar hasta a su mejor amiga.
A una mujer de más de 40 no le importa si te sientes atraído por alguna de sus amigas porque sabe que sus amigas no la traicionarán.
Las mujeres se vuelven síquicas a medida que pasa el tiempo. No necesitas confesar tus pecados, ellas siempre saben.
A una mujer de más de 40, le queda bien el lápiz de labios rojo brillante. Son honestas y directas. Te dicen sin miramientos que eres un imbécil o que estás actuando como uno. Nunca tienes duda sobre lo que sienten sobre ti.
Tenemos muchas cosas buenas que decir de las mujeres de más de 40 y por múltiples razones. Pero no es recíproco.
Andy Rooney.
_____
Feliz día y felices días por venir a todas ustedes.
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Reflexiones
miércoles, febrero 28, 2007
La luna de mi casa
La luna desde el patio de mi casa no es cosa del otro mundo.
La luna que es de aquí es sencilla, sin aspavientos ni aires de grandeza.
Esa luna que veo desde este patio es blanca, con motitas grises que semejan un conejo.
La luna blanca que se asoma al patio de mi casa
es también redonda, con un pedacito menos, como si alguien la hubiera mordido.
La luna que ilumina este lugarcito del mundo no es perfecta como dicen los poetas.
Es sencilla, casi redonda, blanca, con un conejo y a veces me sonríe.
Esta luna de la que hablo es quizá como la tuya, la que visita tu casa o tu camino.
Es tal vez igual a la que ves todos los días o casi.
Pero esta luna tiene algo distinto.
Esta luna viene a visitar mi casa y mi casa es donde nacen mis sueños y mis cariños.
Es la luna que entra por mi ventana o se pasea por el patio de mi casa,
la que dio en la cara de mi hija recién nacida,
y la que iluminó una noche de amor y regocijo.
Y mi casa es el lugar que llamo refugio y también llamo cobijo.
Blas Torillo.
domingo, febrero 25, 2007
Declaración de amor
Ciudad que llevas dentro
mi corazón, mi pena,
la desgracia verdosa
de los hombres del alba,
mil voces descompuestas
por el frío y el hambre.
Ciudad que lloras, mía,
maternal, dolorosa,
bella como camelia
y triste como lágrima,
mírame con tus ojos
de tezontle y granito,
caminar por tus calles
como sombra o neblina.
Soy el llanto invisible
de millares de hombres.
Soy la ronca miseria,
la gris melancolía,
el fastidio hecho carne.
Yo soy mi corazón desamparado y negro.
Ciudad, invernadero,
gruta despedazada.
Bajo tu sombra, el viento del invierno
es una lluvia triste, y los hombres, amor,
son cuerpos gemidores, olas
quebrándose a los pies de las mujeres
en un largo momento de abandono
-como nardos pudriéndose.
Es la hora del sueño, de los labios resecos,
de los cabellos lacios y el vivir sin remedio.
Pero si el viento norte una mañana,
una mañana larga, una selva,
me entregara el corazón desecho
del alba verdadera, ¿imaginas, ciudad,
el dolor de las manos y el grito brusco, inmenso,
de una tierra sin vida?
Porque yo creo que el corazón del alba
en un millón de flores,
el correr de la sangre
o tu cuerpo, ciudad, sin huesos ni miseria.
Los hombres que te odian no comprenden
cómo eres pura, amplia,
rojiza, cariñosa, ciudad mía;
cómo te entregas, lenta,
a los niños que ríen,
a los hombres que aman claras hembras
de sonrisa despierta y fresco pensamiento,
a los pájaros que viven limpiamente
en tus jardines como axilas,
a los perros nocturnos
cuyos ladridos son mares de fiebre,
a los gatos, tigrillos por el día,
serpientes en la noche,
blandos peces al alba;
cómo te das, mujer de mil abrazos,
a nosotros, tus tímidos amantes:
cuando te desnudamos, se diría
que una cascada nace del silencio
donde habitan la piel de los crepúsculos,
las tibias lágrimas de los relojes,
las monedas perdidas,
los días menos pensados
y las naranjas vírgenes.
Cuando llegas, rezumando delicia,
calles recién lavadas
y edificios-cristales,
pensamos en la recia tristeza del subsuelo,
en lo que tienen de agonía los lagos
y los ríos,
en los campos enfermos de amapolas,
en las montañas erizadas de espinas,
en esas playas largas
donde apenas la espuma
es un pobre animal inofensivo,
o en las costas de piedra
tan cínicas y bravas como leonas;
pensamos en el fondo del mar
y en sus bosques de helechos,
en la superficie del mar
con barcos casi locos,
en lo alto del mar
con pájaros idiotas.
Yo pienso en mi mujer:
en su sonrisa cuando duerme
y una luz misteriosa la protege,
en sus ojos curiosos cuando el día
es un mármol redondo.
Pienso en ella, ciudad,
y en el futuro nuestro:
en el hijo, en la espiga,
o menos, en el grano de trigo
que será también tuyo,
porque es de tu sangre,
de tus rumores,
de tu ancho corazón de piedra y aire,
de nuestros fríos o tibios,
o quemantes y helados pensamientos,
humildades y orgullo, mi ciudad,
Mi gran ciudad de México:
el fondo de tu sexo es un criadero
de claras fortalezas,
tu invierno es un engaño
de alfileres y leche,
tus chimeneas enormes
dedos llorando niebla,
tus jardines axilas la única verdad,
tus estaciones campos
de toros acerados,
tus calles cauces duros
para pies varoniles,
tus templos viejos frutos
alimento de ancianas,
tus horas como gritos
de monstruos invisibles,
¡tus rincones con llanto
son las marcas de odio y de saliva
carcomiendo tu pecho de dulzura!
Efraín Huerta.
miércoles, febrero 14, 2007
Los amorosos
Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.
Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor
como una lámpara de inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.
Jaime Sabines.
domingo, febrero 11, 2007
La vida
La vida es agua entre los dedos.
La vida eres tú, mis pensamientos, nuestras sonrisas juntos, el olor de tu cabello llenándome el espacio, tus pies diciéndome el camino, la vida son tus ojos que se ríen, es tu talle en mi abrazo, tus lágrimas y tus sollozos, la vida es tu música en mi mente, tus venas en las mías, tus palabras en mis libros, el suelo que pisas en mis pasos, la vida es mi edad en tu cobijo, tu emoción en mi descanso, tu sabor en mi recuerdo, la vida es el sonido de tu voz, el pan que compartimos, el tiempo en nuestras noches, la esperanza de verte cada día.
La vida es el viento en mi rostro.
La vida.
Blas Torillo.
viernes, febrero 09, 2007
A veces...
A veces te me apareces de repente en los recuerdos
Una canción, una calle, una frase, una foto
Te me apareces como si no hubiera pasado el tiempo
Como si jamás y la muerte no existieran
Y en medio de cualquier lugar, tu rostro
Tus manos se ven sobre las mías
Y de vez en vez un regaño o un consejo
O una de tus sonrisas en mi mente
Tu paso a mi lado, rápido y firme, y tus manos
A veces te me apareces como diciendo
No te preocupes más hijo.
No tengas miedo ni escalofríos
No tengas dudas: Estoy aquí y estaré
A veces papá, estás aquí
Tu rostro, tus sonrisas y tus palabras
Tus manos fuertes sobre las mías
En las mías... y sé que aún cuidas de mí
Blas Torillo.
lunes, enero 29, 2007
47 años
A esta edad cualquiera piensa en lo que ha hecho.
Yo no dejo de creer que es posible lo que no he hecho.
Cualquiera cree en lo que ha podido.
Yo no dejo de querer lo que me falta por hacer.
Cualquier quiere repasar su vida.
Yo no dejo de crear la mía cada que te veo.
Blas Torillo.
miércoles, enero 24, 2007
Olivia Berenice
Si bien el cumple de mi hija fue el 10 de diciembre, por distintos motivos le hicimos su fiesta “grande” el pasado sábado 20 de enero.
Por la ocasión, escribí un mensaje para Oli, mismo que en una versión más cortita que la original, publico aquí enseguida.
_____
¿Qué te digo que no te haya dicho antes?
Hoy, hija, celebramos tus primeros quince años.
Han pasado muchas cosas desde que naciste, desde tu primera sonrisa y tu primer raspón, desde tus primeras palabras y pasitos tambaleantes, hasta las horas en que platicas más cosas de las que imagino, con tus amigos en internet y tus ganas de cantar cuando estás contenta.
Recuerdo tus llantos a media noche, cuando eras bebé y también tus llantos de ahora cuando no te salen las cosas como pensabas. Tus risas de niña y tu carita de joven preocupada por alguna materia o por una amiga con problemas.
Pero hay cosas más importantes aún que mis, nuestros recuerdos.
Por ejemplo que empiezas a darte cuenta de que la vida es toda un ciclo, que lo que vives ahora, con sus pequeñas y grandes diferencias, es algo que hemos vivido todos los que nos decimos adultos y que seguramente, en un mundo que será difícil reconocer, vivirán tus hijos cuando los tengas, si decides tenerlos.
Que ese círculo comienza en tu familia. Tu mamá, tú y yo. Es un círculo pequeño, no gran cosa en tamaño, pero grandioso en sus alcances, en lo que hemos logrado juntos.
En tu familia comienza la vida. No hay más. Aquí, entre nosotros tres hemos aprendido, a veces rápido y a veces a trompicones lo importante que es sentirse protector y protegido, lo fantástico que es tener un lugar al qué regresar, un lugar que es más que nuestra casa. Un lugar que somos nosotros tres. La vida es un círculo que empieza en tu familia
Con toda la gente que nos quiere bien alrededor. Tus abuelos y abuelas, tus tíos y tías, tus primos y primas. Tu familia grande. Ésta que nos acompaña hoy y también los que no están aquí.
Todos a los que les eres importante, a los que les interesa saber de ti, de tu progreso, de tus ganas de vivir la vida, de tus penas y de tus alegrías.
Están aquí, con nosotros, contigo y están para decirte, otra vez, que es bueno que existas. La familia grande, los que nos han visto recién despiertos, enfermos, tristes o enojados. Los que nos dan la oportunidad de reír cada que nos vemos, aunque nos veamos poco. Los que comparten un poquito de tu sangre o de tu espíritu. De tus saberes y de tus sinsabores. La vida es un círculo. Tu familia grande.
El círculo sigue y aumenta con uno de los más preciados regalos que podemos recibir: la amistad. Tus amigos de hoy y de antes están aquí, y todos sabemos que no están todos por las condiciones materiales, no por falta de ganas. Ni de ellos ni nuestras. Teníamos ganas de verlos a todos, pero los que están representan a todas las personas que alguna vez, incluso quizá por accidente, nos han dado una sonrisa, un minuto, un pensamiento, una lágrima, un beso y un abrazo. O mucho más de cada una de estas cosas. Algunos de los que están, mucho más.
Ellos, ustedes, amigos nuestros, amigos tuyos, están aquí para decirte que ha sido maravilloso conocerte (lo mismo decimos tu mamá y yo), para decirte que eres alguien que no pasa desapercibida e indiferente en sus vidas.
No importa si ha sido mucho tiempo o poco, sino que han tomado la decisión de conocerte, de quererte y de compartir contigo cuanta oportunidad se presente de ser un poquito más felices que si no estuvieras.
(…)
Sin embargo hija, la persona más importante de tu vida siempre serás tú. Si tú no quieres, ni familia ni amigos podremos hacer lo que podemos, queremos hacer por ti.
La persona que decide tu vida y que tiene lo necesario a la mano, eres tú.
Sé que a veces piensas que lo único que tienes son problemas, que no te alcanzarán las fuerzas para lograr lo que quieres, que quizá ni tu mamá ni yo comprendemos tu mundo y tus necesidades, que tus amigos o tus primos o tus tíos o abuelos no siempre están dispuestos a escucharte y que a tu familia no le importa mucho lo que te pase.
Supongo que sabes que a veces no podemos hacer lo que necesitas, por la más sencilla de las razones: somos simplemente humanos. Supongo que sabes que a veces los débiles somos nosotros, los que tenemos más problemas de los que podemos afrontar somos nosotros, que a veces no es por falta de ganas que no podemos o no sabemos ayudarte, sino simplemente que nuestras luces no dan para más, supongo que sabes que a pesar de nuestros mejores esfuerzos por entender tu mundo, en ocasiones nuestro conocimiento de la vida es limitado y pobre. Es así hija querida y en esos casos lo único que nos queda es seguir aprendiendo.
Pero lo mejor de todo es que el círculo de la vida eres tú misma, que tienes a tu alcance las herramientas indispensables para hacer de tu vida el proyecto que estás construyendo.
Tienes inteligencia y amor, voluntad e ilusión, proyecto en construcción y pasión. Sé hija que tienes eso porque te conozco desde antes de que nacieras y he visto como la vida te ha rodeado, te ha fortalecido, te ha protegido, te ha hecho lo que hoy eres.
Eres tú la persona más importante en tu vida, para bien y para mal. Aprende esto y guíate de nuestra mano (…).
Eres la persona más importante de tu vida. Has de ti lo que creas mejor, con nuestra ayuda y sin ella. Siempre estaremos ahí.
Porque somos tu familia y tú eres parte de ella.
Como te digo desde hace al menos 15 años: no necesitas hacer nada más para que te amemos como lo hacemos.
Te amamos así porque eres nuestra hija. Nada más, pero nada menos.
Gracias Oli, por existir.
Por la ocasión, escribí un mensaje para Oli, mismo que en una versión más cortita que la original, publico aquí enseguida.
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¿Qué te digo que no te haya dicho antes?
Hoy, hija, celebramos tus primeros quince años.
Han pasado muchas cosas desde que naciste, desde tu primera sonrisa y tu primer raspón, desde tus primeras palabras y pasitos tambaleantes, hasta las horas en que platicas más cosas de las que imagino, con tus amigos en internet y tus ganas de cantar cuando estás contenta.
Recuerdo tus llantos a media noche, cuando eras bebé y también tus llantos de ahora cuando no te salen las cosas como pensabas. Tus risas de niña y tu carita de joven preocupada por alguna materia o por una amiga con problemas.
Pero hay cosas más importantes aún que mis, nuestros recuerdos.
Por ejemplo que empiezas a darte cuenta de que la vida es toda un ciclo, que lo que vives ahora, con sus pequeñas y grandes diferencias, es algo que hemos vivido todos los que nos decimos adultos y que seguramente, en un mundo que será difícil reconocer, vivirán tus hijos cuando los tengas, si decides tenerlos.
Que ese círculo comienza en tu familia. Tu mamá, tú y yo. Es un círculo pequeño, no gran cosa en tamaño, pero grandioso en sus alcances, en lo que hemos logrado juntos.
En tu familia comienza la vida. No hay más. Aquí, entre nosotros tres hemos aprendido, a veces rápido y a veces a trompicones lo importante que es sentirse protector y protegido, lo fantástico que es tener un lugar al qué regresar, un lugar que es más que nuestra casa. Un lugar que somos nosotros tres. La vida es un círculo que empieza en tu familia
Con toda la gente que nos quiere bien alrededor. Tus abuelos y abuelas, tus tíos y tías, tus primos y primas. Tu familia grande. Ésta que nos acompaña hoy y también los que no están aquí.
Todos a los que les eres importante, a los que les interesa saber de ti, de tu progreso, de tus ganas de vivir la vida, de tus penas y de tus alegrías.
Están aquí, con nosotros, contigo y están para decirte, otra vez, que es bueno que existas. La familia grande, los que nos han visto recién despiertos, enfermos, tristes o enojados. Los que nos dan la oportunidad de reír cada que nos vemos, aunque nos veamos poco. Los que comparten un poquito de tu sangre o de tu espíritu. De tus saberes y de tus sinsabores. La vida es un círculo. Tu familia grande.
El círculo sigue y aumenta con uno de los más preciados regalos que podemos recibir: la amistad. Tus amigos de hoy y de antes están aquí, y todos sabemos que no están todos por las condiciones materiales, no por falta de ganas. Ni de ellos ni nuestras. Teníamos ganas de verlos a todos, pero los que están representan a todas las personas que alguna vez, incluso quizá por accidente, nos han dado una sonrisa, un minuto, un pensamiento, una lágrima, un beso y un abrazo. O mucho más de cada una de estas cosas. Algunos de los que están, mucho más.
Ellos, ustedes, amigos nuestros, amigos tuyos, están aquí para decirte que ha sido maravilloso conocerte (lo mismo decimos tu mamá y yo), para decirte que eres alguien que no pasa desapercibida e indiferente en sus vidas.
No importa si ha sido mucho tiempo o poco, sino que han tomado la decisión de conocerte, de quererte y de compartir contigo cuanta oportunidad se presente de ser un poquito más felices que si no estuvieras.
(…)
Sin embargo hija, la persona más importante de tu vida siempre serás tú. Si tú no quieres, ni familia ni amigos podremos hacer lo que podemos, queremos hacer por ti.
La persona que decide tu vida y que tiene lo necesario a la mano, eres tú.
Sé que a veces piensas que lo único que tienes son problemas, que no te alcanzarán las fuerzas para lograr lo que quieres, que quizá ni tu mamá ni yo comprendemos tu mundo y tus necesidades, que tus amigos o tus primos o tus tíos o abuelos no siempre están dispuestos a escucharte y que a tu familia no le importa mucho lo que te pase.
Supongo que sabes que a veces no podemos hacer lo que necesitas, por la más sencilla de las razones: somos simplemente humanos. Supongo que sabes que a veces los débiles somos nosotros, los que tenemos más problemas de los que podemos afrontar somos nosotros, que a veces no es por falta de ganas que no podemos o no sabemos ayudarte, sino simplemente que nuestras luces no dan para más, supongo que sabes que a pesar de nuestros mejores esfuerzos por entender tu mundo, en ocasiones nuestro conocimiento de la vida es limitado y pobre. Es así hija querida y en esos casos lo único que nos queda es seguir aprendiendo.
Pero lo mejor de todo es que el círculo de la vida eres tú misma, que tienes a tu alcance las herramientas indispensables para hacer de tu vida el proyecto que estás construyendo.
Tienes inteligencia y amor, voluntad e ilusión, proyecto en construcción y pasión. Sé hija que tienes eso porque te conozco desde antes de que nacieras y he visto como la vida te ha rodeado, te ha fortalecido, te ha protegido, te ha hecho lo que hoy eres.
Eres tú la persona más importante en tu vida, para bien y para mal. Aprende esto y guíate de nuestra mano (…).
Eres la persona más importante de tu vida. Has de ti lo que creas mejor, con nuestra ayuda y sin ella. Siempre estaremos ahí.
Porque somos tu familia y tú eres parte de ella.
Como te digo desde hace al menos 15 años: no necesitas hacer nada más para que te amemos como lo hacemos.
Te amamos así porque eres nuestra hija. Nada más, pero nada menos.
Gracias Oli, por existir.
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Míos,
Reflexiones
miércoles, enero 03, 2007
Cuetzalan
Pues sí. Estuve de vacaciones en Cuetzalan, Puebla, en la Sierra Norte de mi estado natal. Allí vivió mi esposa desde muy pequeña y vamos a la casa de mis suegros cada que podemos, pero sin faltar, desde que nos conocemos, cada Navidad.
Ahora, me estrené usando la cámara digital de mi hija, con estas y otras imágenes, pero la idea de ponerlas aquí es invitarte amigo o amiga a que hagas un cuento, un poema, una historia con estas fotos.
No las tomé siguiendo secuencia alguna, pero ahora que las elegí, me dieron ganas de concerte un poco más, leyendo lo que ellas te digan.
No son las clásicas fotos de ese fantástico pueblo-ciudad indígena-mestizo. Son simplemente lugares que me gustan, vistas que me gustan, que casi nadie toma en cuenta.
Espero que te den ganas de contarme las historias que aparezcan en tu mente, al verlas.
Feliz año, desde Poem-ando.
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Ahora, me estrené usando la cámara digital de mi hija, con estas y otras imágenes, pero la idea de ponerlas aquí es invitarte amigo o amiga a que hagas un cuento, un poema, una historia con estas fotos.
No las tomé siguiendo secuencia alguna, pero ahora que las elegí, me dieron ganas de concerte un poco más, leyendo lo que ellas te digan.
No son las clásicas fotos de ese fantástico pueblo-ciudad indígena-mestizo. Son simplemente lugares que me gustan, vistas que me gustan, que casi nadie toma en cuenta.
Espero que te den ganas de contarme las historias que aparezcan en tu mente, al verlas.
Feliz año, desde Poem-ando.
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